Mientras el realismo describe al mundo desde el punto de vista del "objeto" (intenta la representación pictórica de la realidad concreta) y el fantástico trabaja con la duda que se genera en el lector en tanto no puede explicar si los acontecimientos relatados son sobrenaturales o reales, el Realismo Fantástico trabaja la representación de la realidad desde el mundo interior de los personajes, a los cuales coloca ante una situación sobrenatural que les genera la desestabilización de la realidad que los circunda y esto, a su vez, provoca también la duda del lector. Por eso abunda en narradores en primera persona y la verosimilitud del mundo representado debe ser altamente coherente; también por eso hay irrupciones líricas, poéticas, porque movilizan la espiritualidad tanto de los personajes como del lector fortaleciendo la relación mimética (identificatoria) entre ambos.
¡Gracias! ¡Allá voy!
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