Profecía

 Kuruf, el Viento, ha bajado
Por la pedregosa falda
Del Amun-kar soberano
Llevando cantos de nácar.

Trae noticias amargas
Que quitarán el aliento:
Del cóndor sintió las alas,
De las nubes el lamento.

Cantar

Tus risas llenan el bosque
Más allá de la espesura,
Imitando con tus labios
De la rosa la dulzura;
Besando estás las fragancias
Mientras cantas con ternura
Hermosos versos que el viento
Esparcirá con premura.

Los ojos claros


¿Cómo podría la luna
Vivir sin tus ojos claros?
Dormir no quisiera nunca,
Ni aun estando a tu lado,
Por no poder contemplar
Tus pupilas mirando.
¡Ay! Llora, oscura, la noche
En la que el cielo estrellado
Perderá su magia eterna
Al mostrarte enamorado.

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